Mi nombre es Elvia Diaz. Soy una mujer profesionista que desde 2013 se convirtió en cabeza de familia. He aprendido a lidiar con varias cicatrices emocionales como divorciada y madre de dos niñas maravillosas y mi niño muy especial con TEA. No fue fácil para mí admitir que necesitaba ayuda. ¿Cómo iba a hacerlo si se supone que debo ser la más fuerte como pilar de la casa? Aprender a manejar el diagnóstico ha sido una verdadera lucha que ha repercutido en mi propia salud física, emocional y espiritual. He tenido que aprender toda la jerga que utilizan los especialistas, encontrar los recursos financieros, médicos y terapéuticos. Manejar mi tiempo para trabajar e ir a las terapias, porque estaba decidida a luchar por cada uno de mis hijos. Todo esto sin darme cuenta de que me estaba perdiéndome a mí misma en una batalla interminable.

Un día, aprendí lo que ahora es obvio para mí: El mandamiento es simple, ama a tu prójimo como a ti mismo, ni más ni menos. En retrospectiva, veo cómo, con la ayuda de Dios, he podido superar varios obstáculos y aprender a disfrutar de esta hermosa aventura llamada vida. También me he dado cuenta de que a lo largo de la lucha hay muchas bendiciones ocultas. Ahora puedo ver la BELLEZA COLATERAL mientras disfruto en mi propio proceso de autodesarrollo con la convicción de NUNCA he estado sola, y de que Dios camina siempre a mi lado.

Como madre de un niño con discapacidad, tengo una comprensión profunda y personal de los desafíos que enfrentan las familias al navegar por los complejos sistemas de atención y apoyo. Mi camino me llevó a fundar, junto con padres entusiastas, la Asociación TEAZ (Esperanza para el Autismo en Zacatecas), que comenzó con solo siete miembros y ha crecido hasta convertirse en una comunidad vibrante de más de 300 personas. A través de esta organización, junto con un gran equipo de padres comprometidos y solidarios, he adquirido una amplia experiencia en la comprensión de las necesidades de las familias y en la coordinación general de servicios para la comunidad.

Si bien ahora hay más investigación, recursos y conciencia sobre el autismo, en términos generales, se asume que los padres están física, financiera, emocional y espiritualmente preparados para enfrentar tal desafío. Desafortunadamente, este no es el caso, y la mayoría, nos sentimos abrumados al tener que encontrar la resiliencia y la fortaleza emocional para aceptar esta nueva misión impuesta.

Descargo de responsabilidad

Aunque no soy especialista certificada en salud mental, he aprendido a través de la experiencia y diversos diplomados cómo lidiar con las luchas de la vida. Este curso se centra en aprender que el autocuidado no es egoísta. Incluye algunas estrategias de autodesarrollo, meditación y crecimiento espiritual basadas en la premisa de que los niños TEA son catalizadores de amor y que tienen un propósito especial bajo el plan de Dios. Nosotros, padres de hijos TEA, fuimos elegidos para llevar a cabo ese plan. La orientación espiritual que se ofrece se basa en prácticas religiosas católicas. No obstante, no es necesario ser católico para realizar el curso. Es altamente recomendable, sin embargo, que busques una fuerte creencia en un poder superior para que puedas aplicar las estrategias presentadas y delineadas en este curso.